MODERNIDAD APROPIADA O SUBVERSIVA MODERNIDAD BARROCA
Juan Coll Benegas
“ …Talismanes, amuletos de la metamorfosis, las terracotas rientes nos dicen
que todo está animado y que todos son todo. Una sola energía asoma a la creación.
Mientras la magia afirma la fraternidad de todas las cosas y criaturas, las religiones
separan al mundo en dos porciones: los creadores y su creación.”
“El mundo prehispánico.
Risa y penitencia”
SIGNOS EN ROTACIÓN
OCTAVIO PAZ
“ … y el verbo se hizo carne.”
GÉNESIS
REFLEXIONES ORIGINALES
Esta imagen reveladora a mi pensamiento… desde profundo, en la oscuridad de mi sangre, entretejiendo las redes de mi cerebral laberinto, se yergue la visión… la diversidad en esta tierra de América, espacio de conquista de los pueblos de la península ibérica, como aquella Europa diversa, espacio de conquista del Imperio romano.
Voluntad de centralidad occidental; Frampton desde su centro pretende, suponiendo de este, la centralidad del margen y la voluntad experimental en su margen; y esto conlleva a plantearse recetas y no reflexiones comprometidas, como un absurdo concepto de felicidad obligatoria que lo deriva en un vano intento excluyente y no incluyente.
La lengua no es precisamente la expresión para todo aquello que nosotros podemos o suponemos pueda expresar a través de ella, sino que ella se comunica, esta se es una esencia espiritual (1).
Y cuanto más profundo es el espíritu, más existente y real es, más expresable y expresado. El arte como conocimiento y traducción que produce la revelación, y no como creación, ejemplo de esto sería Colón como descubridor, como conocedor y traductor de una América que ya existía y es revelada. Nosotros como descubridores de nuestra identidad.
Siguiendo con este criterio de pensamiento, quiero observar dos visiones que se comunican:
IDEA: Espíritu –espacio: Lenguaje (Platón).
REFLEXIÓN: Espíritu –tiempo: Lenguaje (Aristóteles).
Alternativas de un pensamiento incluyente que nos une. Fernández Cox tomaría el criterio platónico, yo el aristotélico. Pero la raíz del error del pensamiento de F.C. se origina en el hecho de creer en la crisis de la modernidad. En cambio, solo creo que su origen está en crisis.
Si se manejó la idea de una modernidad originada en el Renacimiento, Leonardo, lo estático; yo creo que su origen es y está en el Barroco; Galileo, lo variable. Porque se es en el tiempo. Y esta reflexión es lo que hace citar a Beatriz Sarlo, intelectual argentina, la interpretación de Berman del ser moderno, ante todo como una experiencia, la de “la vida como un torbellino, la de descubrir que el mundo y uno mismo están en un proceso de desintegración perpetua, desorden y angustia, ambigüedad y contradicción”. (2)
Diferentes ópticas, ve lo que se apropia (F.C.), yo lo que nace… el ideal concreto, lo que está porque es; pero de todas maneras, él deja la puerta abierta… “El proceso orgánico de desarrollo interno de la propia sociedad, su endogénesis”. (3)
Si se busca el espíritu de la época y el espíritu del lugar (la unidad en la diversidad), yo busco el espíritu del mito, el del inconsciente colectivo, y el de la tierra, la realidad tangible (la diversidad de la unidad).
Pero sería conveniente destacar que, muchas veces el citado concepto de la unidad dentro de la diversidad se ha asentado sobre el pedestal de ese dudoso axioma que es el positivismo: la ciencia como poder, romántica aspiración universal cuyo mejor ejemplo sería Darwin; el positivismo como traición a Galileo.
MIRADAS DIVERGENTES
El ideal normativo de “la arquitectura de siempre”, intuye F.C., ha sido el aproximarse a “la armonía” o a la “unidad en la diversidad”, o a “la congruencia” o al “equilibrio” homeostático, etc. y cita a las catedrales góticas como metonimia de lo antedicho (...) “Su bella coherencia formal es inseparable de los medios técnicos involucrados, los cometidos de uso y significado perseguidos y el contexto integral en que fueron construidos”(4).
En forma inclusiva lo reto a poner en duda este “ideal normativo”; simplemente, creo que toda reflexión comprometida con la arquitectura más brillante siempre se aproxima a la “tensión” o a “la diversidad en la universidad”, o a “la conjura”, o al “equilibrio homodinámico”, etc. Y citaría como ejemplo de esto a la Iglesia en Atlántida, de Eladio Dieste, quien traduce este conocimiento en su bella “variedad formal” que es inseparable de la posibilidad variable de su solo material involucrado (el ladrillo), los cometidos de diversos significados en la unidad del uso y el contexto cambiante en que fue construida, todo lo cual conforma una unidad poética y material indisoluble. Porque la subversiva modernidad barroca busca el lugar de la excentricidad, de la elipsis. Pero, al mismo tiempo, el espacio de la originalidad produce la preciosa deformación de la “desinformación masiva”, el “moderno renacentista como en conciencia escindida”.
La subversión de lo moderno barroco promueve la traducción de la tradición vernácula, su vanguardia y su insularidad.
MITOS DE LA TIERRA IBEROAMERICANA
LA LENGUA PARADISÍACA
Ttahua-ntin-suyu. En él la arquitectura parece hacerse del espíritu de la tierra como mito (...) la arquitectura es un canal por donde se deja fluir la naturaleza.
Uxmal, Tenochtitlán. Allí donde la arquitectura lleva engarzado el espíritu del mito en la tierra, la arquitectura como un altar donde celebrar la naturaleza.
Wiracocha, Quetalcoatl Tlárloc, Itzmana, Chae, Ah Puch, Ek Chuah, Ixchel, Ixtab. Dioses paradisíacos de América que celebran la materia, el tiempo y el espacio (...) Ritos y máscaras, poesía y metamorfosis, naturaleza y cambios, naturaleza y sociedad (...) Sus dioses paradisíacos son la otredad que es uno, la otredad que es fascinación, la otredad que es presencia de una ausencia sin fondo.
Mayas y Aztecas. Fasto y monumentalidad, opulencia y sabiduría, sensualidad y ferocidad. El espacio sagrado de sus centros ceremoniales, sus observatorios astronómicos retienen la diversidad de formas escalonadas, cóncavas, serpentinas, piramidales, truncadas… Lo expelido y retenido, lugar de la fertilidad, de calendarios matemáticos que relacionan al tiempo y al ciclo agrícola.
Metamorfosis: Tampumachal, Los Baños del Inca, la naturaleza artificial que se adapta al paso del agua en la taza labrada, asiento, hueco por donde corre el agua murmuradora (...) En el altiplano, la piedra, los recintos rígidos; en la Costa, el adobe, la distribución versátil de los espacios; en Haliamarca, síntesis y revelación.
Pisac, Machu Picchu. La fertilidad y el ingenio, asimilación y metamorfosis, naturaleza mineral y naturaleza artificial, vegetales y andenerías de cultivo.
Todo el cuerpo de América precolombina, toda su diversidad se comunica en un solo material.
Labna, Copán, Tulum, Uxmal, Chichen Itzá, pueblos mayas. De sus muros, de la intensidad de sus formas, cual elementos tensionantes nacen la geometría y la danza, la ondulación y ritmo, la escritura y el simbolismo. Tensión del movimiento petrificado, la serpiente emplumada en la piedra, la celebración.
Cuzco, Hanan, en las Tierras Altas del Ttahua-ntin-suyu. Corrientes como el agua son los movimientos telúricos; la variedad del movimiento queda metamorfoseada, petrificada en los muros.
Poesis: la variedad de juntas nos habla de la tensión del movimiento petrificado, lo dificulta y lo detiene. Sí, la diversidad en la unidad, Calpullis y Calpolec, Suyus y Ttahua-ntin-suyu, que quiere decir: Las Cuatro Provincias Unidas.
LA TRADUCCIÓN BARROCA
Espíritu del mito ibérico, la concavidad de su ironía reflejante. De cada lado del espejo diverso, unidad de sonido y sentido.
Góngora y Velázquez.
“Abran las puertas exterioridades al discurso, el discurso a las verdades”. GÓNGORA. “Al sepulcro del Rey Felipe III”.
“...abran las vastedades del lenguaje, espejo cóncavo que organiza el universo”.
Las Meninas… La tela es un espejo; Velázquez lo escruta desafortunadamente, no a los Reyes. Sus majestades se reflejan en el espejo al fondo, pero la distancia que lo separa del escrutador llega a la altura de las meninas, enanas deformadas que observan desafiantes su reflejo ¿Los Reyes? (5)
¿Ficción, realidad? Asimilación. México y Perú. Celebración de la naturaleza, de las majestuosas catedrales y del extenso plano, espacio metafísico mexicano.
Cuzco, espejo deformante. Allí están los muros antes y después de pisarlos, y yo observo con horror sagrado, fascinado.
El hombre nombra pero ¿con quién se comunica? El mito del conquistador. El espíritu de la contrarreforma.
Órdenes religiosas en espacios de traducción: la risa, la potencia infinita y la solidaridad social; detrás del espejo la verticalidad arquitectónica de la Iglesia de la Compañía de Jesús en Cuzco y la horizontalidad social de las misiones.
La corona, el monarca. Felipe II, se traduce en penitencia y poder: reflejante, la horizontalidad de la catedral y la horizontalidad de los muros sobre los muros incaicos.
Sí, la concavidad reflejante como conjuro… las élites se mestizan; el que nace no es el barroco trasplantado es el original (no es a través del lenguaje, es en el lenguaje donde aparece la esencia espiritual…).
Barroco iberoamericano: excentricidad y originalidad, incluyente conocimiento y traducción (traducción sangrienta y voraz, traducción de la tradición vernácula)... Es comunión de fuegos diversos.
SUBVERSIVA MODERNIDAD BARROCA
DEL ASIMILADOR
México. Tu espacio metafísico, cercano a la respiración, al ritmo de la sangre durante el sueño. La decantación plácida o ebria de tu tiempo, tu densidad visible (6).
Barragán. Tu asimilación y tu subversión de espacios precolombinos, de espacios “coloniales”, de los patios escondidos, de Mies, del neoplasticismo, del color y de la tierra, Le Corbusier, de la arquitectura andaluza, de sus patios y de sus aguas engarzadas.
Barragán en la tensión interna del color, la forma, la luz y el agua… Tu distinción en la tensa unidad.
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